lunes, 11 de enero de 2016

UNA DE VASCOS


 
Se dice que allá por la época victoriana hubo un temporal en el Canal de la Mancha, tan fuerte que los barcos no se arriesgaban a zarpar, y que el diario londinense The Times tituló en portada: "Fuerte temporal en el Canal de la Mancha. El continente queda aislado". Eso es tener británicamente claro dónde está el centro del mundo... Los ingleses han sido, probablemente, el pueblo que más y mejor ha explotado y exportado su visión anglocentrista de la tierra, si bien todas las naciones, en mayor o menor medida, cultivan esa técnica de reafirmación tribal. Desde los Estados Unidos a China, la noción de lo propio como referente de todas las cosas se configura a modo de versión identitaria del Relativismo. Si el hombre, tal y como afirmaba Protágoras, es la medida de todas las cosas, la visión etnocéntrica de una sociedad, aspira a convertirse en la medida de todos los fenómenos sociales.

Existe una visión española del mundo..., y una aragonesa..., y por supuesto una forma vasca de entender cualquier cosa. Se trata de una colección de mitos y verdades, creencias y ocurrencias generadas por el río de la historia y asumidas como propias, generalmente de manera acrítica, por las gentes de un cierto grupo social independientemente de su status como entidad política. Un enfoque propio del mundo y cuanto en él acontece, no es un fenómeno que se agote necesariamente en folclores, modismos y chascarrillos, antes al contrario, puede llegar a ser un arma política de primer orden. Que se lo pregunten a los judíos, dispersos a la fuerza por el mundo desde los romanos, perseguidos por casi todas las sociedades con las que han convivido y convertidos, gracias a su perseverante autoconvencimiento de ser el pueblo elegido por Dios, en Estado independiente a despecho de todos los países vecinos y principal potencia de la zona a todos los efectos..., principalmente a los malos efectos, pero esa es otra historia.


Todo esto viene a que he estado leyendo "La Historia Vasca del Mundo", de Mark Kurlansky, regalo de Charles de Batz. No está nada mal, para ser un norteamericano..., cierto que siempre se ha dicho que los mayores expertos en cuestiones hispánicas son los anglosajones..., pero también es cierto que en inglés "En la luna negra de los bandoleros cantan, las espuelas, ay, caballito frío, qué perfume de flor de cuchillo" pierde un montón. El libro es el más completo repertorio que he visto de cuantos componentes constituyen una identidad, una manera étnica de entender el mundo y la vida. Una forma vasca de ser, creer, explorar, guerrear, comerciar, pescar, cultivar, cocinar, comer..., incluso delinquir. Una forma vasca, euskaldun,  de todo. Lo bueno del libro es que contiene inexactitudes, sin que por ello pueda decirse que es una obra inexacta y rebosa de mitos pero con los pies en la tierra..., al mismo tiempo es un muy presentable libro de Historia sin academicismos y un certero análisis de una sociedad a lo largo del tiempo, con toda clase de concesiones al romanticismo y la imaginación. Es eso, la historia vasca interiorizada por los vascos.

Y que nadie crea estar libre de pecado para tirar alguna piedra..., que no hay pueblo en el que no suceda tres cuartas de eso mismo. Una cosa es lo que la gente piensa de su país, nación, etnia, lo que sea, y otra la realidad. Y la realidad, como suele ser más bien prosaica, siempre termina cediendo más o menos espacio al vuelo libre de la identidad. De eso y no de otra cosa, excepción hecha de sesudos investigadores, se compone la base de un sentimiento de identidad..., bueno, de eso y de unas consideraciones muy eruditas del afamado filósofo alemán Jürgen Habermas que no vienen ahora al caso.

En mi tierra, Aragón, donde existe una identidad histórico/tópica tan formidable como la que más, y con un infrecuente factor jurídico que la hace particularmente exótica, se da la inveterada costumbre de arremeter contra la más mínima imprecisión que pueda detectarse en lo referente a la identidad catalana..., y no lo digo yo, lo dijo D. Miguel de Unamuno hace un siglo porque la cosa ya venía de atrás..., en esta tierra mía, digo, en la Plaza de Aragón de la capital de Aragón, inscrito en el monumento al Justicia Mayor de Aragón se cita, palabra por palabra la clave de cúpula de todos nuestros históricos fueros y libertades..., el Fuero Viejo del Sobrarbe que está en el origen de todo lo aragonés..., pese a no haber existido jamás.
Pues eso, que en todas partes cuecen habas, que en mi casa a calderadas, y que si quieren entender un buen montón de cosas sobre los vascos y lo vasco, lo dicho: "La Historia Vasca del Mundo", de Mark Kurlansky en Ediciones El Gallo de Oro, es un título de lo más recomendable.
SIN TÍTULO

Se ha muerto David Bowie. El cáncer, que cuando viene airado, todo lo pasa de claro con su flecha..., y, como soy más raro que la calentura, vaya usted a saber porqué no se me va de la cabeza en todo el día una canción de Maxime Le Forestier:



Comme un arbre dans la ville
je suis né dans le béton
coincé entre deux maisons
sans abri sans domicile
comme un arbre dans la ville.

Comme un arbre dans la ville
j'ai grandi loin des futaies
où mes frères des forêts
ont fondé une famille
comme un arbre dans la ville

Entre béton et bitume
pour pousser je me débats
mais mes branches volent bas
si près des autos qui fument
entre béton et bitume

Comme un arbre dans la ville
J'ai la fumée des usines
Pour prison, et mes racines
On les recouvre de grilles
Comme un arbre dans la ville

Comme un arbre dans la ville
J'ai des chansons sur mes feuilles
Qui s'envoleront sous l'
il
De vos fenêtres serviles
Comme un arbre dans la ville

Entre béton et bitume
On m'arrachera des rues
Pour bâtir où j'ai vécu
Des parkings d'honneur posthume
Entre béton et bitume

Comme un arbre dans la ville
Ami, fais après ma mort
Barricades de mon corps
Et du feu de mes brindilles
Comme un arbre dans la ville

Tal vez sea porque siempre he sido más de Freddy Mercury..., tal vez sea porque en algo creo parecerme, loin des futaies, entre béton et bitume, a un árbol de ciudad.